8ª edición de la BTT en la que esté año me animé para poder acompañar a mi amiga Blanca.
Las predicciones meteorológicas durante la semana anterior a la prueba eran muy negativas ya que daban agua y frio, pero lejos de todo esto, nos hizo un día perfecto para la práctica del deporte, con una temperatura estupenda y con momentos en que el sol hacía acto de presencia.
Nuestra intención era la de poder llegar antes de las cuatro de la tarde al cruce de Juzmeana, cruce en el que había un control en el que quien no llegase antes de esa hora, no podría seguir adelante con el recorrido, tendría que bajar dirección a meta, eso si, pudiendo conectar con la ruta otra vez en Correpoco teniendo la opción de ser finalista plata.
A Blanca tanta tensión, la marcha un poco por encima de sus posibilidades y los nervios de los días previos, la pasaron factura. Cuando estábamos a punto de iniciar la subida al monte Aa, se empezo a encontrar indispuesta. Su estómago no aguantó más y sus piernas dijeron basta, con calambres generalizados por ambas piernas. Decidimos subir muy poco a poco y cuando llegásemos a Ruente, ella retirarse y yo intentar llegar a Juzmeana antes de las 16:00 horas.
Y así lo hicimos, llegamos por fin a Ruentes a las 13:45 horas; ella muy apenada se marchó hacia cabezón y yo empecé a pedalear como loco a ver si me daba tiempo a llegar a lo planeado.
Cuando llegué a la Casa del Campo, avituallamiento principal, comí un pequeño bocadillo de jamón y sin perder tiempo marche con dirección al Moral. Subí a todo lo que me daban las piernas, que en ocasiones era muy ridículo los 6 K/H que conseguía desarrollar, pero llegué a lo alto del Moral a las 15:20. Estaba contento ya que las piernas me habían respondido muy bien sin los calambres de ediciones anteriores, así es que con las mismas arranqué hacia abajo, dirección a Juzmeana con la ilusión de saber que iba a llegar de sobra antes de las cuatro, y así fue, llegué a las 15:40. Tomé dirección hacia Barcena Mayor para seguir con la ruta pero, el esfuerzo que había realizado era muy grande la los alimentos que había ingerido muy pequeños, con lo que me dio el bajonado y decidí no seguir adelante. A falta de un km para llegar a Barcena Mayor y al siguiente avituallamiento donde poder comer y descansar, me di por satisfecho de lo realizado y marché dirección a Cabezón de la Sal acompañado por otro Biker de Alicante que también estaba muy tocado.
Llegué a meta a las 17:15 horas siendo finalista Bronce, contento porque mis piernas no se acalambraron a pesar del esfuerzo que hice en el Moral y con una cuenta pendiente para el año que viene, VERDAD BLANCA????


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